EL TESTAMENTO DE JESUCRISTO II Admiremos las divinas invenciones del amor de nuestro señor Jesucristo. Sólo Él ha podido escoger esta obra de amor. ¿Quién hubiera podido preveerla, ni aun concebirla siquiera...? Ni los mismos ángeles. Sólo nuestro Señor pudo idearla. ¿Que tenéis necesidad de pan? Yo seré vuestro pan. Jesús muere contento dejándonos este pan,