Hoy he recibido la primera Encíclica del Papa Francisco y un comentario sobre ella. La comparto con vosotros, para que podáis leerla.
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"Papa Francisco, primera encíclica titulada "lumen fidei" o "La luz de la fe", fue lanzado el viernes en una conferencia de prensa en el Vaticano. El documento se completa la trilogía de las enseñanzas papales sobre las tres virtudes teologales, iniciadas por el Papa emérito Benedicto XVI quien emitió sus encíclicas "Deus Caritas Est" en la Caridad en 2005, y "Spe Salvi" en Esperanza en 2007.
Este es el informe de Philippa Hitchen: Anunciando la próxima publicación de su primera encíclica, el Papa Francis describió como un trabajo de "cuatro manos", iniciada por su predecesor, Benedicto XVI, quien dejó en su proyecto para el nuevo Papa para completarse. El documento sigue sin duda muchos de los temas preferidos de Benedicto XVI, de la complementariedad de la fe y la razón, a la alegría de un encuentro personal con Cristo. Firmemente colocados en el Año de la fe, también se encuentra en el contexto del 50º aniversario del Concilio Vaticano II, que restableció el papel central de la fe en el corazón de todas las relaciones humanas.
Dividido en cuatro capítulos y una breve introducción, el conjunto de encíclica nos muestra cómo la fe en Cristo resucitado puede llevarnos más allá de los estrechos confines de la existencia individual en la comunidad de todo incluido del amor de Dios. En lugar de la noción de "fe ciega", que impide el progreso científico y debe mantenerse en el ámbito privado de las convicciones personales, estamos llamados a redescubrir la luz que puede guiar a todas las personas de la oscuridad de los deseos egoístas hacia una sociedad más justa y mundo fraterno, basado en las promesas fieles de Dios el Creador. El primer capítulo lleva al lector en un viaje relámpago de los Antiguo y Nuevo Testamento, desde Abraham, que oye primero la llamada de Dios, a través de los israelitas viajando hacia la luz de la Tierra Prometida, a la muerte de Jesús en la Cruz, el último acto de amor de Dios para la humanidad. Cuanto más somos tocados por el poder transformador del amor, escribe el Papa, mejor podemos comprender nuestra relación con todos nuestros hermanos y hermanas en Cristo.
En el capítulo segundo insiste en el vínculo esencial entre la fe y la verdad, sin la cual, nuestra creencias parecen nada más que un cuento de hadas, una ilusión de la felicidad, no para sostenernos cuando las cosas se ponen difíciles. La sociedad contemporánea, dice la Encíclica, tiende a ver el progreso tecnológico y el placer individual, la única verdad objetiva, se muestran las preguntas más amplias acerca de los orígenes de nuestra existencia con profunda sospecha. Sin amor en nuestros corazones, la verdad se vuelve fría, impersonal, opresiva, incapaz de transformar la vida de los demás. Pero al escuchar, ver y creer en la presencia de Cristo en nuestras vidas hoy en día, podemos ampliar nuestros horizontes y encontrar mejores formas de servir al bien común. La luz de nuestra fe en Cristo, también puede contribuir a un diálogo más fructífero con mostrar a los no creyentes, no cristianos y, como todos los que serán recibidos en la búsqueda de Dios o de buscar la verdad e iluminados por esa luz.
El tercer capítulo de la centros encíclica sobre la Iglesia como el lugar donde la luz de la fe por la conservación y transmite de una generación a la siguiente. A través de los sacramentos del Bautismo y de la Eucaristía, por la profesión del Credo, la oración del Padre Nuestro y la obediencia a los Diez Mandamientos, la Iglesia enseña el lenguaje de la fe y nos adentra en la relación trinitaria de amor, para que “todo el que cree nunca está solo".
El último capítulo se centra en la fe y el bien común y muestra cómo la luz de la fe puede promover la paz y la reconciliación, y enseñar respeto por la creación de Dios. La Encíclica también tiene en cuenta las áreas iluminadas por la fe, comenzando por la familia fundada en el matrimonio, entendido como unión estable entre el hombre y la mujer. Faith, escribe el Papa, no puede iluminar el sufrimiento en nuestro mundo, sino que nos puede acompañar y llevar a un nuevo sentido de la esperanza en el amor a Dios. La Encíclica termina con una oración a María, Madre de Jesús y el icono de la fe, que nos pueden llevar a la luz del amor de Dios."
http://en.radiovaticana.va/news/2013/07/05/the_light_of_faith_/en1-707691
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